Desde el momento en que se decide emprender o establecer un negocio, siempre debe anhelarse más. Abrir nuevos locales, ampliar el mercado, contratar más personal, crear más departamentos, ofrecer más productos, son algunas de las aspiraciones que como emprendedor puedes pretender para tu negocio. El éxito de tu empresa, y por ende de tu esfuerzo, dependerá en gran medida de la ambición que potencie tu compromiso para con los objetivos a alcanzar.
Sin embargo, no existe una ecuación o receta exacta que describa cómo es la manera y cuando es el momento perfecto para crecer como empresa. Esto es una decisión que dependerá netamente de tus necesidades y de lo que desees conseguir como negocio. Para ello, analizar la oportunidad (si es precisa, puntual o apresurada), sin duda alguna es la clave.
Ahora bien, determinar esto último puede resultar ser todo un reto. Esto se debe a que, si la oportunidad es puntual (es decir, temporal) lo más sensato será convenir servicios de preferencia externos, por el tiempo que consideres serán necesarios, en aras de no quedar con capacidad sobrante cuando se termine el acuerdo.
Pero, si por otro lado, consideras que es momento de invertir en una oportunidad permanente, la inversión debe ser considerable e importante, para poder sustentar lo que se está buscando: posteridad.
Crecer como negocio es una oportunidad que requiere preparación, pero que fundamentalmente y sin duda, implica desafíos y retos a afrontar, por lo que deben evaluarse previamente todas las posibles responsabilidades a asumir, así como las ventajas y desventajas que conllevará esta posibilidad.
Como es lógico pensar, los costos, ingresos y golpe económico que esto pudiera generar, es un aspecto de vital importancia a considerar con anticipación. De allí que, siempre debe asegurarse el flujo de caja de manera efectiva, proyectando los nuevos ingresos para que cubran los nuevos costos y gastos en todo momento (o al menos la mayoría del tiempo).
La expansión de un negocio siempre dependerá del mercado en el que se desarrolla. En este sentido, determinar si existe demanda en una región donde no está operando un servicio en particular, o no se está distribuyendo un producto en específico (ambos congruentes con tu mercado, por supuesto), son elementos clave para saber si es o no el momento ideal para abrir una nueva unidad.
La ambición puede actuar como arma de doble filo ante estas situaciones. Actuar de forma impulsiva impide vislumbrar todos los pros y contras, así como percibir una amplia perspectiva de la viabilidad de la decisión o decisiones tomadas. De si realmente es el momento adecuado para crecer, y especialmente de si se cuenta con los recursos necesarios para hacerlo de manera exitosa.
Una expansión siempre se hará con la finalidad de invertir, de manera tal que representa una oportunidad de multiplicarse y perdurar, haciéndose notar, evolucionando y brindándoles un servicio cada vez de mejor calidad a sus usuarios.
Si bien es cierto que, el instinto es un elemento importante y a considerar a la hora de tomar cualquier decisión, en los negocios no todo depende de ello. Dejarse llevar por una corazonada sin antes haber estudiado a fondo la situación y todas sus características, pudiera representar un peligro inminente para el negocio y cualquier aspiración que se tenga.
En síntesis, si deseas saber si realmente es el momento ideal para crecer como compañía, negocio o marca; asegúrate de averiguar lo que realmente está pasando, esfuérzate en comprender lo que pudiera explicar aquello que se ve a simple vista en la superficie (preguntándote cinco veces “por qué”), considera soluciones alternativas con su respectiva explicación o justificación, elabora un consenso dentro del equipo de trabajo y por ultimo pero no menos importante, utiliza vehículos de comunicación eficaces.
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